Patricia
Aún recuerdo
la primera vez que te vi,
tu pelo, era
marrón como la tierra,
tu rostro era
impecable, tanto que mi amor
fue contigo y
me enamoré de ti.
Recuerdo bien
tus labios rojos,
callados como
la madera
y rojos como
los pétalos
de una
majestuosa amapola.
Tu sonrisa
era un destello
tu voz, la
elegante brisa
y tu mirada
era tenue
como alas de
una mariposa
Tus ojos
oscuros y cristalinos
alegraban
hasta el más oscuro corazón
que se
aferraba a tu voz angelical
como arpas en
el edén.
Pedro
Manuel Casas Salado